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Historia

Ayer Hoy y Siempre

La Iglesia Adventista del Séptimo Día nació a partir del Movimiento Millerita de la década de 1840, que resultó ser una de las últimas oleadas de reavivamiento del Segundo Gran Despertar religioso. Oficialmente fundada en 1863. Entre sus figuras prominentes de los comienzos de la iglesia se puede mencionar a Hiram Edson, James Springer White y su esposa Ellen G. White, Joseph Bates y John N. Andrews. En las siguientes décadas la iglesia se expandió desde su base en Nueva Inglaterra hasta convertirse en una organización internacional. Su reconocido desarrollo durante el siglo XX, la llevó a ser reconocida como una denominación cristiana. Durante alrededor de 20 años, el movimiento Adventista consistió de un grupo disgregado de personas que se adherían al mensaje. Entre sus mayores partidarios se encontraban James White, Ellen G. White y Joseph Bates.
Luego de intensas discusiones se estableció en Battle Creek, Míchigan, una iglesia organizada formalmente llamada Iglesia Adventista del Séptimo Día. En el momento de su organización, es decir, en mayo de 1863, contaba con 3500 miembros. A través de grandes esfuerzos evangelísticos por parte de sus ministros y miembros laicos, y gracias a la dirección de Ellen G. White, la iglesia creció rápidamente y estableció su presencia fuera de América del Norte durante la última parte del siglo XIX. En 1903, la sede denominacional se mudó de Battle Creek a una sede temporaria en Washington D.C., y poco tiempo después se estableció en la localidad cercana de Takoma Park, Maryland. En 1989 la sede fue cambiada de lugar nuevamente, esta vez a Silver Spring, Maryland.