Muchas veces nos limitamos en hablar con Dios porque pensamos que tenemos que hacerlo de cierta forma exclusivamente o quizás sentimos que Dios no necesita nuestra oración. Pero Dios desea que le hablemos y desarrollemos una relación íntima con Él, como lo haríamos con un amigo.
En este episodio hablamos de la oración y de la importancia de mantener una vida de oración.
Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo… La oración es la llave en la mano de la fe para abrir el almacén del cielo, donde están atesorados los recursos infinitos de la omnipotencia.
– El camino a Cristo, pp. 93, 95.